4/30/2015

Blight: Capítulo 39

Mi habitación se había convertido en una exposición de trajes, no había duda. No había espacio para llegar desde la puerta a la cama. Todo estaba ocupado de maniquíes con diferentes trajes que Atella estaba como loca por enseñarme. Había un poco de todo, desde un sencillo traje de color negro, hasta uno rojo muy extravagante.
Yo estaba pegado a la pared, aferrando con fuerza el cuchillo que había cogido a escondidas del comedor. Nadie se había enterado, y ese era un punto para mí. Sonaba estúpido, pero aquel cuchillo de cortar carne me daba seguridad. Lo guardé en la manga de mi camiseta, por si Atella lo veía. No podía arriesgarme a perderlo.
-Y bien, ¿Cuál te gusta?-Preguntó Atella parpadeando rápidamente, seguramente para que me fijase en sus nuevas  largas pestañas plateadas.
-No lo sé. Son todos muy distintos.
-Yo me pondría este...-Dijo pasando las manos por el traje rojo que sinceramente no me gustaba nada.- ...pero tu eres un poco tedioso para estas cosas.
-¿Un poco qué?-Pregunté sin entender nada.
-Tu pruébate este...
Suspiré, poniendo los ojos en blanco. Desvié la mirada hacia los demás trajes a los que ni siquiera me alcanzaba la vista.
-¿Y ese de allí?-Señalé uno que estaba al fondo de la habitación. Me separé de la pared en la que estaba apoyado y cojeé hacia allí.
-¡No, no, no! Ese no es un traje adecuado para esta entrevista. Ese debería...
Atrapé la tela azul del traje con una mano. Era suave al tacto, y tenía una especie de brillo en la superficie.Me di cuenta de que  al otro lado del maniquí colgaba un vestido a juego. Obviamente no era para mí.  Era para Cloe.
-Quiero este...
-Ese no es un traje adecuado para esta  entrevista.
-Me da igual. Quiero este. -Se hizo un silencio de apenas unos segundos. -¿Estos eran los verdaderos trajes de nuestra entrevista verdad? Ningún tributo iba discordante con su compañero excepto nosotros. Yo iba igual que Jade...-Las lágrimas amenazaban con salir de nuevo. Era imposible hablar, o tan siquiera recordar, a Jade y a Cloe sin llorar.
-No puedo hablar de eso Blight...
-Esta bien. Vete, por favor. Quiero estar solo.
Atella se disculpó y salió de la habitación. Me tumbé en la cama, con la mirada perdida. Estaban muertas por mi culpa. Había acabado con todas mis aliadas. Con Blade, con Jade, y la muerte de Cloe era en parte culpa mía también. Porque ella quería defenderme, y no debería de haberlo hecho.
Sentía un dolor fuerte a la altura del pecho. Era un dolor distinto al dolor físico, y me quemaba. Por un lado sabía que ese dolor no desaparecería jamás. Grité intentando deshacerme del dolor, de la ira y de la angustia. Grité con todas mis fuerzas mientras lloraba. Odiaba llorar, pero lo necesitaba esta vez.
Alguien entro en mi habitación sin llamar a la puerta, y me enjuagué las lágrimas de inmediato. Si las miradas matasen, Haymitch Abernathy hubiese muerto ahí mismo.
-Te oía desde mi planta...
-Me da igual...-Dije, levantándome de la cama avergonzado. Odiaba llorar. Y que alguien a quien solo había visto una vez me viese, era lo peor.
-Me pasaba solo a desearte suerte... Hoy es tu entrevista y... -Entrecerré los ojos fijándome en el chico. No estaba borracho, pero le seguía costando mantenerse en pie.- ...me caes bien, nada más.
-¿Por qué?-Pregunté. Haymitch me miró con cara rara.-¿Por qué te caigo bien?
-Aprenderás dos cosas con el paso del tiempo. Esto está lleno de, uno, gente estúpida. Dos, gente mentirosa y encima estúpida. Tu no pareces ninguna de las dos cosas. No cambies...
-Los Juegos te cambian...
-Eso te quieren hacer creer. Bueno, ya te he deseado suerte. Ahora todo depende de ti.-Dijo Haymitch, y salió por la puerta. Me quedé un instante solo en la habitación, pero después salí tras él.
-¡Hey! ¡Espera!-Grité. Haymitch se dio la vuelta y me miró ladeando la cabeza.- Siento lo de por la mañana... lo que te echasen de aquí... yo no...
-¿Vine aquí por la mañana?-Él suspiró y se tocó la frente.- Regla número uno de tu nueva vida, si te ofrezco alcohol, pégame en la cara.-Dijo apuntándome con un dedo. Yo me reí, no pude evitarlo.-Bueno... algo, es algo. Es mejor que ríes a que llores.
Sentía como la sangre iba a mis mejillas.
-Yo no...
-Hey... es normal eso de llorar... Yo lo hago todavía cuando no encuentro una copa para echar el champagne.-Suspiró.-Todos perdemos personas, dentro y fuera de los Juegos. Por cierto... debería de acompañarme a la planta 12. Tengo algo para ti, y seguro que te gusta.

La planta 12 era idéntica a la planta 7, excepto porque allí vivía menos gente. Solo estaba Haymitch. Su mentor había muerto poco después de sus Juegos, así que estaba solo en todo esto. Tenía que sentirse muy solo. Me fijé en que la mesa del comedor estaba llena de copas y de botellas abiertas.
Haymitch regresó de su habitación con una especie de vara. Me asusté, y ya estaba preparando el cuchillo para defenderme de un posible ataque cuando me dio la vara. No era lo que parecía, era un bastón.
-Para ti y tu cojera. Odio verte dando tumbos por ahí tío.
-Es lo que sueles hacer tu cuando vas borracho.-Le contesté. Haymitch se río, y yo me reí con él.
-¿Sabes que tu entrevista es en una hora y media?
-No quiero ir a mi entrevista.
-Yo tampoco querría.
-¿Por qué dijiste eso de que todos perdemos personas dentro y fuera de los Juegos?
-No puedo hablar de eso.-Me contestó el chico del doce.
-Últimamente parece que nadie puede hablar de nada...-Protesté.
Haymitch miró a sus alrededores, se levantó, cogió una copa, se sirvió algo en ella y regresó.
-Tus Juegos no han acabado aunque lo parezca... Ahora estarás pensando: "Este tío está loco." Pues no lo estoy. Lo descubrirás con el tiempo. No puedo hablar de ello. Ven un día al doce, emborrachémonos, y te lo contaré. Total, al día siguiente no te acordarás de nada...

Finalmente, Atella me dejo llevar el traje azul que debía de haber llevado en la otra entrevista junto a mi hermana. No estaba nervioso por hablar con Caesar. Lo estaba porque volvería a ver mis Juegos, y no quería verlos como un espectador. No ahora que sabía verdaderamente lo que se sufría.
No paraba de darle vueltas al bastón negro que Haymitch me había regalado. La verdad es que me ayudaba realmente a caminar.
Ray y Jara se situaron uno a cada uno de mis lados. Jara me paso un brazo pr los hombros y me dedicó una sonrisa, intentando tranquilizarme.
-No estés asustado. Ya te los has ganado. Todo el mundo aquí te adora y esta esperando impaciente a oír tus palabras.
-Además Caesar te ayudará.-Añadió Ray a las palabras de su compañera.
-Sabéis que eso no es lo que me preocupa...-Les dije.
Mis mentores se miraron, y luego me miraron a mi.
-Verás como pasa muy rápido. Tu solo piensa... que no son tus Juegos.-Dijo Jara.
-No es un consejo muy bueno Jara...-Me quejé.
-Lo sé, pero es lo que hay.
Me quitó el brazo de los hombros y se marchó junto a Ray.
Ahora estaba solo, al pie del escenario en el que hoy iba a estar. Rosie, mis amigos, mis padres... todos ellos me verían hoy de nuevo.
Las luces bailaban por el suelo del escenario, haciendo todo aún más llamativo. Caesar no paraba de hablar, haciendo una introducción bastante larga. Me temblaban las piernas, o al menos sentía que una de ellas lo hacía. Pero de repente, el temblor paró cuando oí mi nombre por los altavoces.
Me apoyé en el bastón y entré caminando despacio en el escenario. Los bítores, gritos, y aplausos de la gente me hicieron recordar las palabras de Jara. Era cierto, ya me los había ganado.

2 comentarios:

  1. Ayyy el vestido :'( Que buen capítulo, el ver como va conociendo a Haymitch y que le invite al 12 y eso... *---* Y ahora a ver como se desenvuelve en la entrevista, seguro que le sale bien, pero como de tí podemos esperar cualquier cosa pues... Jajajajajajajajaajja
    No enserio, no le hagas nada xD

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    1. Holaaa! Jajaja ya no os fiáis de mi, muy mal. No sé, veremos si a Blight se le da bien eso de las entrevistas o no... El siguiente ya esta listo, así que... Muchas gracias por leer! ^^

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