3/15/2015

Johanna: Capitulo 57

Holaaa! Bueno, antes de nada quería disculparme por no haber subido nada de nada durante esta semana, pero es que a parte de los exámenes he tenido algunos problemillas y no he tenido tiempo. Espero que os guste el capítulo, aunque sea algo corto, y gracias por leer! Un beso!



No había dormido bien por la noche. De hecho, no recordaba cual había sido la última noche que había dormido bien. Probablemente hubiese sido antes de los Juegos, cuando las cosas eran normales y llevaban el ritmo que debían llevar.
Un ruido fue lo que me hizo mirar a la ventana abierta. El frío entraba por ella, y también la luz de la luna que despejaba un poco la de la oscuridad. Me deshice de las mantas que me cubrían y me acerque a ella para mirar, con las piernas temblando.
No me asustaba la oscuridad. Me asustaba lo que la oscuridad ocultaba. La oscuridad no hacia daño, las personas lo hacían.
-¡Hey! ¿Me ayudarías a subir?
Di un respingo.
-¿Qué? ¿Quién eres...?
-¿De verdad lo preguntas? Bah, ya subo yo solo.
En apenas unos segundos una pierna colgaba desde el alféizar de la ventana hasta mi cuarto. Luego vino la otra pierna, un brazo agarrándose al marco de la ventana, y un cuerpo cayendo sobre mi.
No me preocupaba. En el fondo sabia quien era.
Parker.
Lo que si me preocupaba era Blight. Me había advertido que estar con aquel chico iba a perjudicar a mucha gente. Pero sentía que no podía hacer como si el chico no existiese. Había algo en mi interior que me decía que con el estaría bien, a salvo.
-¿Qué haces aquí Parker, es que no duermes?
-Creí que a las chicas les gustaban las sorpresas...-Se quejó.
-Depende que sorpresas... hay malas y buenas.
-¿Soy una sorpresa mala? Eso no te lo crees ni tú.
-Son las cuatro de la mañana...-Susurré, al ver que Parker levantaba la voz.
-Sabía que estarías despierta.
-¿Como lo sabías?
El chico se encogió de hombros y acto seguido me dio un beso. Yo no lo evite. Me acerqué mas a él y le acaricie el cuello y los hombros, pero después me separé resentida al recordar las palabras de Blight.
-Debes irte. Al menos por ahora...
-Oh, venga Johanna, no vamos a hacer nada raro, solo venía a decirte buenas noches. No creas que soy...
-Lo sé. Pero ahora mismo no es buena idea que estés por aquí. Estoy agotada.
-¿Por que? ¿A ocurrido algo?
Me mordi el labio y mire al suelo. Sabia que Parker era cabezota, así que decidí hablar.
-No doy una buena imagen al Capitolio si me ven contigo.
-¿Por que no?-Se quejó de nuevo.- El Capitolio y el estúpido Presidente no deben interferir en nuestra vida. Podemos hacer lo que queramos.
-No, no podemos. Esto es serio. Es peligroso para ti.
-¿Para mi? Llevo corriendo peligro toda mi vida. Un poco más de riesgo no me va a matar.
-No juegues con fuego... al final te quemarás.-Le espeté. Yo lo había hecho y había quedado mal parada.
Parker contuvo las respiración unos segundos y después dio un puñetazo no demasiado fuerte al colchón de mi cama.
-Me voy.-Dijo, levantándose de la cama y acercándose a la ventana.
-Deberías.-Le recomendé, aunque me dolía admitirlo.
-Mañana vendré a...
-No.-Le corté.-No vengas. Por un tiempo... Aquí no...
-¿He hecho algo mal?
-Lo he hecho yo...
Parker miro al suelo, dispuesto a darse la vuelta. Le dolía tanto o más que a mi. Yo lo sabía. Pero era por su bien, o al menos, eso intentaba decirme a mi misma.
-Parker...-Cogí uno de sus brazos antes de que se diese la vuelta por completo. El se giro, y me miró. En sus ojos podía ver la esperanza. Me acerqué a sus labios y le di un beso. Luego me aparte y cerré la ventana.

Los siguientes días pasaron para mi rápidamente. Decidí no ir a las clases. Decidí no ver a nadie salvo a mi hermano. Me pasaba las mañanas, las tardes y las noches sentada en una esquina del sofá del salón, en una silla de la cocina, o en mi cama con las rodillas pegadas al pecho, pensando. Pensando en Parker, en Blight, en mis padres, en los Juegos, en mi vida si nunca hubiese sido seleccionada para ir a ellos...
Intentaba dar lo mejor de mi misma en todo. Pero no podía.
Me pasaba los días sola. Completamente. Incluso por la noche, porque Paul quedaba por la noche últimamente. Había sopesado diferentes opciones de las escapadas nocturnas de mi hermano; ¿Más dinero? ¿Amor? ¿Negocios? No lo sabía. Y el no parecía a estar dispuesto a contármelo, al menos pronto.
Willow no me visitaba.
Parker no venía, como le había dicho.
Blight parecía estar desconectado del mundo, o al menos del mío.
Y mientras, yo me hundía. Sin nadie que lo pudiese ver. Sin nadie que me rescatase. Porque al fin y al cabo estaba sola.

1 comentario:

  1. pobre johanna, se ha quedado sola, aunque es lo mejor. ¿Por qué parker ha dicho eso de que lleva corriendo peligro toda su vida, es un rebelde o se refiere solo a la cosecha? Quiero saber que hace el hermano de Johanna por las noches.
    ¡Hasta pronto!

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